Ya os he comentado en más de una y de dos ocasiones… ¡que tengo especial debilidad por el dulce! Pero mi enorme capacidad de autocontrol me salva de hacer ciertas locuras como entrar en una pastelería y arrasar con todo aquello que lleve grabado a fuego la palabra “calorías”.
Pues bien, como tampoco me apetece pasarme la vida huyendo y mirando para otro lado o acabar mis comidas sin degustar algún que otro capricho, paso bastante tiempo buscando recetas de postres que no destrocen los esfuerzos que hago a diario para comer sano.
Así que hoy os traigo un postresemifrío de fresas para que, si os pasa lo mismo que a mí, al menos os quitéis el deseo de disfrutar de un buen postre, pero comiendo sano. Resulta perfecto para la noche más romántica del año, ¿ya sabéis cual? ¡San Valentín!